¿Por qué renuncio a la tarjeta "concejil" de aparcamiento?

Mi renuncia firmada.

Hace unos días me avisaron desde el Ayuntamiento para que recogiera mi tarjeta de aparcamiento del parking público (pero de pago) de la plaza de La Merced, así como un distintivo para poder dejar mi coche en la zona de aparcamiento reservada para "autoridades" tras el Castillo de Luna. Ya sabía que este ofrecimiento me lo iban a hacer, así me  lo dijeron los compañeros que en la anterior legislatura fueron concejales de IU. 

Tras pensarlo, había decidido renunciar a ambos privilegios. La razón es clara: si un trabajador municipal del Ayuntamiento en la zona del centro no dispone de esta opción, es decir, una persona que todos los días va a su puesto de trabajo y afronta la ardua tarea de aparcar, ¿cómo iba a tener yo un aparcamiento gratuito siendo un concejal en la oposición que solo iré puntualmente al Ayuntamiento para reuniones, actos, plenos...?

Puedo llegar a entender que hagan uso de estas tarjetas los concejales que ostentan alguna Delegación y que necesitan del coche para moverse con cierta agilidad por distintas zonas de Rota; por ejemplo, pienso en un Delegado o Delegada "equis" de Urbanismo y Diversidad (antes Igualdad), quien se puede encontrar con la tesitura de tener que desplazarse desde las oficinas de Urbanismo (en el centro histórico) hasta la Delegación de Diversidad (avenida La Marina) y, de paso, ser reclamado/a para una reunión con la interventora o el secretario en el centro (plaza de España o Castillo de Luna). Entiendo que en estos casos de movilidad en sus funciones municipales, el coche y el aparcamiento puedan ser necesarios para este Delegado o Delegada "equis" (no imprescindible, recordemos que hay otras opciones respetuosas con el Medio Ambiente: transporte público, bicicleta...). ¿Pero de verdad tiene sentido para un concejal en la oposición como yo o para un Delegado o Delegada que prácticamente pueden realizar todas sus funciones desde un despacho sin moverse, salvo casos puntuales?

Bueno, pues aquí dejo la reflexión. ¿Qué opináis?