viernes, 13 de diciembre de 2019

Cuando la política "sirve para algo"

Seis meses como concejal en el
Ayuntamiento de Rota dan tiempo para mucho.
Entre las valoraciones y reflexiones que uno hace (consigo mismo y con los compañeros) están el margen de "utilidad" de la política en el ámbito local, donde los condicionantes de gestión y (sobre todo) económicos vienen muy limitados desde arriba. De todos modos no cabe lamentarse y toca hacer análisis del margen de maniobra que, como concejal de la oposición, uno tiene y volcar así todo el trabajo hacia esos resquicios en forma de: mociones, propuestas, alegaciones, preguntas, ruegos, fiscalización, observación, petición, diálogo... Y, aunque la burocracia ponga difícil mi (nuestra -ya que detrás hay un gran equipo de trabajo-) tarea, toca no desanimarse y seguir aprendiendo.
En estas reflexiones estaba en este inicio del mes de diciembre cuando salta la noticia de que la empresa Louis Berger ha aceptado la mesa de negociación del convenio colectivo que los trabajadores llevaban años demandando. Tres años de conflicto, y de "dimes y diretes", que tiene un punto y seguido en una mesa promovida por la (tan denostada) política, convirtiendo toda la pesadumbre anterior (la maldita burocracia es lo que tiene) en la esperanza de que se puedan solucionar problemas enquistados desde la política.
Para que entendáis esto, haré un breve recorrido cronológico por cómo se ha llegado hasta esta anunciada mesa negociadora. Un recorrido que he tenido la suerte de vivir como concejal de IU y, por lo tanto, gracias a la política.

1) El compañero de Podemos, Moisés Rodríguez, me anunció el 8 de octubre que el Diputado de Adelante Andalucía (formación en la que vamos juntos IU y Podemos en Andalucia), José Ignacio García, iba el día 10 a hacer una pregunta a la Consejera de Empleo sobre la situación de los trabajadores del aeropuerto de la Base Naval de Rota. Así que, tras invitación de los trabajadores, decidimos Moisés y yo acompañar a los representantes del comité de empresa al Parlamento de Andalucía.
2) Al llegar a San Telmo casualmente nos cruzamos con el Presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (del PP), y este, a petición de José Ignacio García, se acerca a saludarnos y a oír la explicación del secretario del comité sobre una situación de la que ya estaba enterado.
3) Tras este encuentro, nos informan de que la Consejera de Empleo, Rocío Blanco Eguren (de C´s), nos va a recibir en su despacho para conocer el conflicto con más detalles, mostrándose muy dispuesta a revertir la negativa de la empresa a sentarse con los trabajadores. Con escepticismo, pero sin perder la esperanza salimos de aquella reunión.
4) El 7 de noviembre, casi un mes después, y con los ánimos alicaídos por la desconfianza que da la espera tediosa, en un acto de campaña electoral con el comité de empresa, nuestra Diputada Inmaculada Nieto (Adelante Andalucía) comunica a los trabajadores que la Consejera va a impulsar la mesa negociadora.
5) El 6 de diciembre la empresa Louis Berger acepta por fin sentarse a dialogar con el comité de empresa, una petición que se remonta a hace tres años cuando se inició el conflicto.

De esta forma se demuestra que, cuando la política quiere, se pueden solucionar los problemas de los ciudadanos. Tan solo hace falta interés y voluntad por pelear contra los molinos de viento que la burocracia quijotesca nos va poniendo delante. También se demuestra que la constancia y la unidad de los trabajadores (con la imprescindible colaboración y asesoramiento de las centrales sindicales de CCOO y UGT) da finalmente buenos resultados, ellos son los que han soportado tres duros años de conflicto sin desfallecer. Espero que el final de esta historia sea feliz para los intereses de los trabajadores roteños, de esta forma todos saldremos ganando, ya que en este asunto están en juego los derechos laborales de nuestro país. Alea jacta est.